La cavitación y la presoterapia son una de las mejores combinaciones para la reducción de volumen y tratamiento de aquellos acúmulos de grasa rebeldes que no desaparecen a pesar de la práctica de ejercicio y la dieta. Aunque se pueden utilizar por separado, la combinación de ambas da unos resultados más efectivos.
La cavitación consiste en la aplicación de ultrasonidos de baja intensidad en determinadas zonas del cuerpo para eliminar la grasa en ellas localizadas generando de forma controlada pequeñas burbujas, que acaban con las células grasas sin dañar el sistema sanguíneo siendo después nuestro organismo el que se encargue de eliminar los restos de forma natural. Puede aparecer enrojecimiento durante la sesión, pero no causa dolor, se suele sentir calor tolerable y también una sensación de “hormigueo” correspondiente a la intensidad de las corrientes de electroporación, aunque esta sensación varía según la persona y la zona a tratar. También es normal sentir un ligero zumbido en el oído mientras se esta realizando la sesión.
La presoterapia, es una técnica enfocada al sistema circulatorio y linfático. Consiste en un sistema de compresión controlada, que funciona con bombas de inflar. El dispositivo cuenta con cinco cámaras separadas, que se colocan alrededor de los miembros. Éstos se centran en mover el flujo venoso y linfático. Diseñada para aumentar la circulación sanguínea y el flujo linfático, la presoterapia mejora el aclaramiento del líquido extracelular, reduce la hinchazón, inflamación y los edemas, alivia la fatiga de las piernas y mejora el flujo de oxígeno a través de todo el cuerpo.
Las sesiones de cavitación combinadas con la presoterapia actuá en la remodelación corporal dando lugar a una importante pérdida de perímetro, actuando no sólo sobre la adiposidad localizada sino también sobre la celulitis y la flacidez cutánea. Las sesiones consistirían en la realización de cavitación durante unos 30 minutos en la zona deseada y posterior drenaje mediante presoterapia para ayudar a eliminar la grasa que se haya podido liberar. Generalmente los tratamientos suelen oscilar entre 5-12 sesiones con una frecuencia de una a la semana pero dependerá del estado inicial del paciente y del objetivo marcado.
Durante todo el tratamiento es necesario ingerir al menos 2 litros de agua diarios para ayudar a eliminar del organismo la grasa destruida a través de la orina. Aparte de esto, se recomienda una dieta sana baja en grasas, evitando fritos y bollería, hacer ejercicio (al menos caminar unos 45 minutos diarios), evitar el tabaco y el alcohol … Así, unos hábitos sanos, ayudarán a que la cavitación y la presoterapia sean mucho más efectivas.
Hablamos pues de dos tratamientos poco agresivos y muy efectivos que utilizados conjuntamente en aquellas personas las cuales no presentan contraindicación para su uso (embarazo, marcapasos, enfermedades infecciosas, heridas cutáneas en la zona a tratar, enfermedades sistémicas, trombosis..) junto con la consecución de hábitos saludables, ayudaran a la eliminación de aquellos acúmulos de grasa que permanecen a pesar de dietas y sesiones de gimnasio.
Recomendamos, por otro lado, consultar nuestro servicio personalizado en nutrición y dietética para maximizar los resultados y mantenerlos en el tiempo.
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